Seis meses después de los despidos la lucha sigue en Telemadrid
Se cumplen ya seis meses desde el aciago 12 de enero de 2013, cuando la Dirección de Telemadrid envió en masa los burofax de despido a los trabajadores incluidos en el ERE. Pero aquel día no fue el final.
La lucha ha seguido en los tribunales, con una primera victoria en el TSJM que declaró el ERE NO AJUSTADO A DERECHO, y a la espera de lo que decida el Tribunal Supremo donde UGT, CCOO y CGT hemos recurrido buscando el NULO.
También en los juzgados defendemos el patrimonio público de Telemadrid contra las «externalizaciones» favorables a empresas «amigas»: este próximo lunes declarará como imputado el Director General por cinco delitos muy graves en la querella interpuesta por los compañeros de CCOO y que apoyamos desde UGT y CGT.
Como defenderemos, también si es preciso en los juzgados, el Convenio Colectivo y los derechos que pretenden quitar a los supervivientes del ERE.
En estos seis meses los trabajadores tampoco hemos parado de salir a la calle a defender el empleo y el servicio público. Y los trabajadores se han organizado para crear TM-EX, un canal de televisión en internet donde demuestran a diario que Otra Telemadrid es Posible.
O a través de la Asociación de Afectados por la Gestión de la Televisión Pública con la que han optado a gestionar los servicios que la Dirección se empeña en privatizar y que EMPRENDERÁN TODAS LAS ACCIONES LEGALES Y LEGÍTIMAS QUE SEAN NECESARIAS PARA RECUPERAR TELEMADRID COMO EMPRESA PÚBLICA DE TODOS LOS MADRILEÑOS.
Hemos reforzado también nuestra presencia en las redes sociales. En Facebook, en las distintas webs y en Twitter donde tenemos más de 7.700 seguidores en la cuenta de @salvemostelema, más de 4.000 en la de @tmextv, casi 3.400 la de @ugtelemadrid, unos 1.700 en la de @cgttelemadrid y más de 1.100 en la de @cocotelemadrid. Nos hemos dejado oír con fuerza en los medios de comunicación, tanto en los convencionales como en los digitales.
Pero nos queda aún mucho por hacer y mucho por pelear. No nos rendimos. Y algún día los responsables de este desaguisado tendrán que dar muchas pero muchas explicaciones de su «gestión».