Las informaciones periodísticas de estos últimos días han sacado a la luz el carísimo gusto por las tarjetas de empresa de los directivos de Telemadrid y de su franquicia de «el lado oscuro» en la radiotelevisión pública de Castilla- La Mancha.

Hoteles de lujo, buenas comidas, puros, bombones o, como en el caso del ex director de Castilla La Mancha TV , docenas de llamadas telefónicas a su exótica corresponsal en Hong Kong. Todo salía del presupuesto público y de unas visas que echaban humo.

Directivos como Álvaro Renedo, Manuel Soriano, Miguel Platón o Ignacio Villa tienen mucho que explicar. Y también quienes les situaron en los despachos, las señoras Aguirre y Cospedal. Se lo deben a los ciudadanos que les pagaron con sus impuestos, y a los trabajadores de estas cadenas que hemos pagado en carne propia sus presuntos desahogos y despilfarros. Al margen de que a lo mejor, alguien en la Fiscalía, quizás debiera tomar nota y hacer algo.