10 años del «Tamayazo»: El principio del fin de Telemadrid

 

Hace ahora 10 años, el 10 de junio de 2003, la traición de dos diputados “socialistas” impuestos en las listas madrileñas por “Pepiño” Blanco, impedía la formación de un Gobierno de izquierdas en la Comunidad de Madrid presidido por Rafael Simancas.

Aquellos dos siniestros personajes, Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, cambiaron el curso de la historia obedeciendo oscuros intereses político-urbanísticos (que nunca se han querido aclarar ni investigar a fondo) y posibilitaron que Esperanza Aguirre terminara en la Puerta del Sol.Sin el “Tamayazo” todo habría sido muy distinto en Madrid y especialmente, en Telemadrid. Aquel verano del 2003 fue el principio del fin de la televisión pública madrileña. Aunque se despidió a lo grande. Gracias al celo profesional del último buen director general de esta casa, Francisco Giménez Alemán, que resistió a las presiones del PP, Telemadrid ofreció en directo las sesiones de la Comisión de Investigación en la Asamblea.

Y batió todos los records de audiencia con aquel «reallity» político por el que desfilaron turbios constructores del ladrillazo, algún político y los dos grandes protagonistas: Tamayo y Sáez. Fueron 50 horas de televisión en directo, buena televisión pública. Con un derroche de esfuerzo y profesionalidad de los trabajadores de Telemadrid. La inmensa mayoría de ellos hoy despedidos por un ERE brutal e injusto.

Los especiales del «tamayazo» colocaron a Telemadrid en el número uno de audiencia por encima de TVE, Telecinco y Antena 3 con shares diarios de más del 20%, picos de audiencia de hasta el 70% y ediciones del telenoticias por encima del 30 %. Compárese con el magro 4% y 40.000 espectadores de media de la «nueva» Telemadrid post ERE de las subcontratas y la manipulación descarnada.

Lamentablemente aquella exhibición de buen hacer de Telemadrid durante el «Tamayazo», fue el canto del cisne de la cadena. Esperanza Aguirre quitó a Giménez Alemán y colocó a su jefe de prensa, Manuel Soriano.

Y el entonces subdirector de La Razón, Agustín de Grado, sustituyó a Alfonso Garcíapasó a ocuparse con puño de hierro la dirección de informativos. El 17% de audiencia que ellos heredaron se fue muy rápidamente por el sumidero de la manipulación informativa, el descrédito, la propaganda partidista de la redacción paralela de «el lado oscuro» y los subproductos pagados a precio de oro a «estrellas» mediáticas y productoras amigas.

Pero como ya demostraron sobradamente los trabajadores en aquel tórrido verano del 2003, otra Telemadrid es posible. Si nos dan la oportunidad de volver a hacer televisión de servicio público.

La Parabólica nº 249

10 años del “tamayazo”. Telemadrid, testigo de la infamia