Telemadrid no es su cortijo
La lucha de los trabajadores de Telemadrid y los jueces están siendo los diques que van frenando el tsunami del PP que pretende el desmantelamiento de esta cadena pública y su reparto, servida en bandeja de plata, a las productoras privadas amigas.
Primero fue el Tribunal Superior de Justicia de Madrid que sentenció como NO AJUSTADO A DERECHO el ERE en el Ente Público Radio Televisión Madrid y por tanto IMPROCEDENTES los 829 despidos. Y esta semana, el Juzgado número tres de Pozuelo admitía a trámite la querella de los compañeros de CCOO contra el Director General de Telemadrid , José Antonio Sánchez , al que le imputan cinco delitos muy graves: contra los derechos de los trabajadores, prevaricación, tráfico de influencias, malversación de fondos públicos y un delito societario (por administración desleal).
La querella entiende que la contratación de la filial de Telefónica TSA para la producción técnica de sus emisiones presenta las «características propias de una cesión ilegal de trabajadores y cuestiona la validez de los despidos efectuados, cuyos puestos son amortizados por causas económicas».
De hecho Telemadrid contrató SIN CONCURSO a los pocos días de despedir en masa a casi 800 trabajadores, por importe de 546.000 euros por dos meses. Acuerdo que prorrogó, ya en abril, por otros dos meses más por otros 546.000 euros. Amén, y nunca mejor dicho, de otros 60.000 euros pagados por la cobertura técnica para la retransmisión de las procesiones de Jueves Santo.
La filial de Telefónica puso exactamente en el mismo lugar que ocupaban los compañeros despedidos y para hacer exactamente el mismo trabajo que los compañeros despedidos, a trabajadores subcontratadados con sueldos mileuristas.
Y todo a espaldas de la representación legal de los trabajadores con una opacidad que el Inspector de Trabajo denunció el mes pasado como infracción del Estatuto de los Trabajadores considerada como grave y con una «sanción resultante en su grado máximo».
No está de más recordar que José Antonio Sánchez (que fue Director de TVE en la época de Urdaci «CeCe-O») fue Directivo de Telefónica hasta justo antes de su nombramiento al frente de Telemadrid. Pero Sánchez no es el único responsable de la disparatada gestión del PP en Telemadrid. Ahí están también el Presidente del Consejo de Administración, Manuel Soriano (ex jefe de prensa de Aguirre), el subdirector general Ángel Martín Vizcaino (hombre de confianza del hoy Presidente Ignacio onzález), el propio González y muy especialmente, la que inició todo con su «sincompejismo» aznarista: esa «fan» de la difunta Margaret Thatcher llamada Esperanza Aguirre.
Desgraciadamente para sus planes, parece que no contaron con la fuerza y dignidad de los trabajadores de Telemadrid, empeñados en que esta empresa no sea el cortijo de nadie. Y ahí seguimos peleando, hasta que Telemadrid sea devuelta a los ciudadanos madrileños.