Antología del disparate

La cojera fundamental de las conclusiones del informe es que se sostiene fundamentalmente en dos acciones a acometer: una de ellas se basa en el mantenimiento de la cúpula directiva y editorial y la otra en la externalización. Pero mientras que respecto del coste del personal detalla todo el gasto pormenorizadamente, no ocurre lo mismo respecto al coste de las externalizaciones que se proponen, de las que no se habla absolutamente nada ni se da detalle alguno, pareciendo que salieran totalmente gratis para los bolsillos del contribuyente.

Sin un estudio detallado de esa cuantía, comparándola con los gastos actuales y sin una cuantificación de lo que supondría ese aumento propuesto de la compra de producción ajena y externa no se puede dimensionar la diferencia. De hecho, mientras que Madrileños por el Mundo cuesta, internalizado, 20.000 euros por entrega, la Dirección compró cada episodio de Destino Europa (con un formato calcado) por más de 80.000 euros, cuatro veces más. Porque si el estudio no contempla el ahorro que van a suponer las externalizaciones es simplemente porque ese ahorro no existe: las plusvalías de la subcontratación constituirán los beneficios de los proveedores.

DONDE DIJE DIGO

La memoria contradice gravemente a la presentada para UTECA por la misma Deloitte el año pasado. La parrilla propuesta se basa en la producción ajena, de la que la consultora dijo «que no produce ningún retorno económico», siendo «la producción propia la que más contribuye al desarrollo de la economía nacional y de las regiones». Por supuesto, ese presupuesto sigue contemplando el pago de millones de euros por la ruinosa comercialización de derechos del Atlético de Madrid.

PERLAS CULTIVADAS

La redacción del informe tiene perlas cultivadas como éstas: la gestión de Telemadrid se ha visto fuertemente afectada «por factores negativos, fuera del control de los directivos», ignorando que a la bajada de audiencia del conjunto de las autonómicas la que más contribuye al descenso del porcentaje es Telemadrid, que la mayor bajada de ingresos publicitarios (a pesar del superior poder adquisitivo de los madrileños frente a los habitantes de otras comunidades cuyas autonómicas ingresan más) coincide con la creación de Multipark, y señalando que el canal autonómico tiene una «falta de identidad regional» que no sabemos a quién atribuirla si no es a esos directivos responsables de la imagen de la cadena. Sin embargo, se dedican 23 folios a contar la crisis mundial, la situación macroeconómica, la evolución de los ingresos publicitarios en las cadenas comerciales alemanas, las pautas de consumo en Liverpool… y llenas de gráficos enormes, con el fin de situarnos en el peor de los escenarios económicos.

Con estas premisas la consultora propone empezar de cero: «un enfoque «ex novo»» que «mantendrá internos aquellos procesos íntimamente ligados al desarrollo del negocio y externalizados aquellos otros procesos asociados a las servicios técnicos de la producción de televisión». (¿El «negocio» de Telemadrid no es hacer televisión? ¿Que está entonces ligado si no es la propia producción de televisión?). Incluso llega a aseverar que «asegurar la continuidad de la señal emitida requiere un elevado conocimiento técnico que no está ligado estrictamente al negocio propio de la televisión».

El modelo que proponen es el que según ellos han adoptado los nuevos operadores de televisión nacional y autonómicos, modelos que incluso los más antiguos han ido buscando «externalizando procesos y tareas en la búsqueda de la flexibilidad y eficiencia». La palabra flexibilidad es la más repetida en el informe con diferencia: «Este modelo de producción es más adecuado para adaptarse a los recientes ajustes del mercado publicitario», se dice, aunque no se justifica por qué. Eso sí, nos comparan con la BBC, pero solo en la parte de la externalización de programas, no en el contenido informativo. Si quieren el modelo de la BBC, firmamos mañana.

También se atreven a decir que «el principal objetivo de Telemadrid ha sido desde el comienzo de sus emisiones y continua siendo actualmente el de ofrecer un servicio para todos los madrileños dado su carácter autonómico y público. De ahí que gran parte de sus contenidos se centren en la Comunidad de Madrid y en todos aquellos aspectos que pueden interesar a los ciudadanos» (¿cuando dicen que se centran en la Comunidad de Madrid, se refieren a Sol?) y que como servicio público que es «se trata de una televisión cuyo modelo está construido con un fin último distinto al de maximizar la rentabilidad», aunque según el estudio cualquiera lo diría. No es lo mismo derecho que negocio, servicio que beneficio, calidad que rentabilidad, y el estudio probablemente sirva para Antena 3 o Telecinco (que lo dudamos), pero sin duda es intolerable para una televisión pública.

Sobre las líneas de actuación de la Dirección en medidas de ahorro, se asegura que en esta empresa se han realizado estrictos planes de racionalización y control de los gastos de explotación, pero que la estructura rígida en contrataciones internas de personal, copiada de TVE, provoca que los costes en esta partida, «que es la que más peso tiene en la partida de gastos», sea poco flexible. No menciona que somos 300 menos, no menciona la congelación salarial, ni que nos hayan quitado el 5% o la paga extra, pero si dice que han renegociado el contrato de los colaboradores y tertulianos. De la plantilla dice: «Se ha actuado sobre los gastos de personal exclusivamente en el colectivo de personal temporal si bien los esfuerzos y actuaciones aquí realizados no han obtenido resultados proporcionales a los alcanzados en el resto de líneas de gastos de explotación, fundamentalmente por las condiciones laborales poco flexibles mencionadas anteriormente, no quedando recorrido adicional de reducción por vías ordinarias.» La increíble conclusión de todo esto es que a pesar de los esfuerzos realizados por la dirección para ahorrar «solo es posible atacar la única línea de costes que no ha sufrido modificaciones sustanciales».

Cuando habla de las condiciones laborales y de la rigidez del convenio o la clasificación profesional, que nos pone en «franca desventaja frente a otras radios y televisiones públicas y privadas», parece inexplicable que hayamos sacado la tele adelante durante más de 20 años. De hecho, no hay ninguna televisión española, ni pública ni privada, que se acerque ni remotamente al modelo salvaje que proponen, sin productores, realizadores o categorías técnicas.

Llama poderosamente la atención el espacio que se dedica en el informe jurídico de Cuatrecasas a las posibles reacciones de la plantilla ante semejante estropicio laboral que proponen. Y es un hecho inédito que en un informe de estas características se alerte de las huelgas que podamos hacer en este proceso, recordando además a nuestros «gestores» que éste no es un derecho ilimitado.

Si sumamos los daños colaterales (cafetería, azafatas) la Comunidad de Madrid pretende destruir estas Navidades más de mil empleos.

Con precisión quirúrgica, quieren extirpar de la empresa a todos los que hemos construido la marca Telemadrid que ellos han destrozado, a todos los que hemos denunciado a los madrileños la manipulación y exigido la independencia hasta llegar al Parlamento Europeo, a todos los que se han negado a firmar las informaciones o a secundar sus arteras intenciones, a los que entraron aquí por medio de una oposición por libre concurrencia y demostrando su mérito y su capacidad, a aquellos a los que la justicia les dio la razón ganando las demandas para tener un contrato indefinido, a los trabajadores históricos del banco de datos o a la representación legítima de los trabajadores, liquidándose la práctica totalidad de las categorías o puestos estructurales donde pudiera trabajar un miembro del Comité de Empresa. Y todo eso lo quieren consumar haciendo caso omiso de cualquier política que contribuya al mantenimiento del empleo, subvirtiendo el espíritu de la ley y violando los más elementales principios de seguridad jurídica. Los trabajadores legítimos de Telemadrid necesariamente tendremos que seguir trabajando en esta empresa mientras exista la marca. Eso es lo que exige el Ordenamiento Jurídico. Salvador Victoria, el Consejero de Presidencia, ha asegurado que «la ley será el límite de la negociación en Telemadrid». Pero sin duda ese límite ya lo han traspasado. Y si no reflexionan, lo van a tener que pagar.