Hoy viernes 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, en esta ocasión bajo el lema «Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del Agua», conforme estableció la Resolución 65/154 de Naciones Unidas en diciembre de 2010.
El agua es un recurso básico para el desarrollo sostenible, por su triple funcionalidad ambiental, social y económica, que está estrechamente vinculado con los desafíos mundiales más relevantes como la lucha contra la pobreza, el cambio climático, el derecho a la alimentación y a la salud, la protección del medio ambiente o la igualdad de género.
El agua es también un recurso transfronterizo. Más de la mitad de la población mundial depende a diario de recursos hídricos compartidos con otro país. La cooperación en la gestión integral de estas cuencas es esencial para asegurar una distribución equitativa de este recurso y de los
beneficios económicos, sociales y medioambientales asociados al agua así como para promover las relaciones pacíficas entre territorios que comparten una mima cuenca hidrográfica. El intercambio de conocimientos científicos y datos sobre los impactos de la contaminación, o de estrategias de gestión y buenas prácticas son ventajas añadidas, fruto de la cooperación en materia de agua, que contribuyen tanto a la mejora de calidad y uso eficiente de los recursos hídricos como a la conservación de los ecosistemas acuáticos.
Para avanzar en la implementación del acceso universal al agua, es fundamental preservar este derecho de la consideración del agua como mera mercancía. Por ello, más de un millón de ciudadanos europeos ya han dado su apoyo a la Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) en favor del derecho humano al agua y el saneamiento.