La “redacción paralela” de telemadrid sigue engordando después del brutal, injusto e ilegal ERE por el que se despidieron a 861 profesionales. La dirección acaba de realizar 11 contratos “eventuales por circunstancias de la producción” – 10 de redactores y 1 de documentalista – de cara a, y es literal, “atender el aumento de trabajo provocado por el despliegue informativo de la redacción de informativos motivado por la cobertura informativa y seguimiento de los partidos políticos con representación y aquellos más significativos, durante los procesos electorales de Elecciones Municipales y a la Comunidad de Madrid, de mayo de 2015”.

Estos contratos, absolutamente inmorales en una empresa que limpió al 80% de su plantilla “por razones económicas”, reflejan el nerviosismo de una dirección afín al Partido Popular que, a medida que se acercan los comicios, ven como una posibilidad real la pérdida de sus despachos, sueldos y prebendas.

Lo cierto es que cualquiera del centenar de redactores y documentalistas despedidos en el ERE podría hacer este trabajo de forma profesional y eficiente. Pero está claro que la dirección no pretende reforzar con calidad la redacción sino con docilidad y obediencia. Es significativo que cuatro de los nuevos redactores provengan de Intereconomía y 1 de 13TV.

Esta facilidad con la que la dirección aumenta la plantilla de redacción, contrasta además con las trabas legales que están aplicando a los más de treinta trabajadores despedidos que han ganado judicialmente su readmisión y a los que se les está negando su reincorporación efectiva a su puesto de trabajo y en algunos casos, se les mantiene sin cobrar ni los salarios de tramitación ni sus nóminas. 

Detrás de este desembarco de «eventuales» está la intención firme y decidida de estrechar el control político de la información en Radio Televisión Madrid en un momento especialmente delicado para el Partido Popular y sus gobiernos regionales y municipales.

Los ciudadanos de Madrid se merecen otra radio y otra televisión que responda a sus necesidades y les informe con rigor, pluralidad, veracidad e independencia. Unos objetivos por los que luchó durante más de una década la plantilla legítima de Radio Televisión Madrid y por lo que perdieron su puesto de trabajo en beneficio de esa «redacción paralela».

Especial Telemadrid revista “Mongolia”