Sábado 15 de diciembre, por un servicio público de radio y televisión de Madrid

La táctica es clara, ya que el 20% restante de la plantilla, que seguirá trabajando en Telemadrid, está compuesto por directivos y periodistas afines ideológicamente al Partido Popular, entre los que se encuentran muchos familiares y amigos de miembros del partido, que son precisamente los que cuentan con mayores salarios y suponen un mayor gasto a las arcas públicas. Han sido estos mismos directivos y periodistas afines los que han convertido una televisión pública de calidad en un mero folleto propagandístico de la ideología más conservadora y radical del Partido Popular. Como consecuencia de ello este servicio público ha pasado de tener un share del 2,9% en el 2006 a tener un 0,9% en el 2012, según el Estudio General de Medios, lo que ha reducido su capacidad de captar publicidad, perdiendo así una de las principales formas de financiación externa de este medio público.

Las medidas de recorte en la plantilla de Telemadrid responden al interés de preservar este aparato propagandístico a toda costa, eliminando testigos de los ejercicios de manipulación que se producen cada día. A esto se suma el hecho de que el recorte en la plantilla supondrá la subcontratación a empresas privadas de las labores técnicas realizadas hasta el momento por los trabajadores, así como de la programación de contenidos. En realidad, están llevando a cabo una privatización encubierta de un servicio público: un negocio más para «empresas amigas». Y todo ello utilizando las infraestructuras y equipamientos pagados por todos los madrileños por medio de sus impuestos.

Dada la pésima calidad de la actual gestión del ente público, se ha contratado por 140.000 euros a la auditora externa Deloitte, asidua en contratos de este tipo que ponen en cuestión su objetividad, para justificar la necesidad de redimensionar» la plantilla. Curiosamente quien firma el informe de Deloitte es Carmen Cavero, cuñada de Ignacio González, actual Presidente de la Comunidad de Madrid (y también encargada del informe de privatización del Canal de Isabel II). No parece casual por tanto que la consultora «recomiende» despedir a todos los trabajadores, y dejar en la cadena a los amigos, familiares y personas afines al peligroso ideario de nuestros gobernantes.

Este despido colectivo es en realidad una purga política para la inmensa mayoría de la plantilla legítima del EPRTVM, que desde hace nueve años está peleando por una Radio Televisión de Madrid plural, veraz, objetiva, independiente del Gobierno y al servicio exclusivo de los ciudadanos, sus únicos y legítimos propietarios. En estos momentos de crisis, donde nos piden apretarnos el cinturón para eliminar nuestra sanidad o educación mediante la extorsión de la austeridad, pretenden despilfarrar millones de euros en apuntalar una ideología muy próxima al fascismo mediante la manipulación y falsificación de noticias e informaciones, y la difusión de mensajes racistas o machistas repulsivos.

La lucha de los trabajadores a través de la Plataforma Salvemos Telemadrid va mucho más allá de lo puramente laboral. Es una lucha por el derecho a la información. Sin periodistas no hay periodismo y sin periodismo no hay democracia. Pero sin medios de comunicación públicos plurales e independientes tampoco. Las radios y televisiones públicas son un servicio esencial para la ciudadanía que merece ser defendido con la misma fuerza que la educación pública, la sanidad pública, el agua o los servicios sociales. Por eso apoyamos sin fisuras a los trabajadores de Telemadrid en su lucha y les agradecemos la valentía de sus huelgas y de sus paros. En solidaridad convocamos a los ciudadanos de Madrid a la manifestación.

«EN DEFENSA DEL SERVICIO PÚBLICO DE RADIO TELEVISIÓN MADRID»,

el sábado 15 de diciembre a las 12 horas,

desde la Plaza de la Villa a la Puerta del Sol.

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