Telemadrid ¿Despedidos o cierre? NO, Plurales e independientes del Gobierno

La Dirección aseguró que quiere hacer una programación escasa y con reposiciones, y no tiene intención de emitir toros ni competiciones deportivas. Así mismo, comprará películas más baratas y eliminará todos los programas de producción externa y mixta, además de «recortar un 50% en tertulianos». Fuentes cercanas al Gobierno regional dijeron a El País que «hay que meter la tijera a lo bestia» en personal.

«Nos están tomando el pelo: dicen que no tienen información cuando en realidad ya saben lo que quieren hacer «, denunció el martes a El Mundo, tras la reunión con la Dirección, la Sección Sindical de UGT en Telemadrid. «La deuda de 240 millones no es culpa de los trabajadores, sino de los gestores. Por no recordar que sólo un 10% de la plantilla copa el 30% de la partida de gasto de personal».

Pero González dejó muy claro en su chantaje que había que reducir la plantilla y «externalizarla» -pasándola a manos privadas- para que la televisión regional «sea viable». Y recalcó que aunque no hubiera acuerdo con los sindicatos «se haría exactamente igual». El PP habla de la ruina de Telemadrid como si desde 1995 (nada menos que 17 años) la hubiera estado gestionando el mismísimo Zapatero. Nosotros, por medio de la producción interna, nos comprometemos a hacerla con el dinero que impone la Comunidad, pero para ello hay que cambiar la programación radicalmente. Porque manipular es lo que sale caro. Y esta plantilla tiene desde hace muchos años un master en low cost: todo el dinero despilfarrado en este tiempo ha ido a parar a otros lados.

Sería escandaloso acometer una reducción de plantilla sin antes haber hecho siquiera una auditoria pública, independiente y rigurosa, sin rebajar severamente los sueldos y el número de directivos, sin hacer públicas cuentas y remuneraciones, sin adelgazar una inflada y sobredimensionada redacción de informativos (de 139 en 2003 a 236 en 2012), sin acabar de una vez por todas con los programas de tertulias y con los carísimos colaboradores, y sin apostar por una producción propia coherente, social y no politizada. La gran mentira sobre nuestro coste salarial es que aquí, entre enchufados y directivos se llevan prácticamente la mitad del dinero destinado a salarios.

Para UGT, Telemadrid (el medio que vertebró la Comunidad donde ahora dicta González) tiene que volver a ser ese servicio público esencial que precisa de una urgente democratización de su contenido, centrándose en el tipo de información independiente que exige el funcionamiento de una sociedad avanzada, movilizando a los jóvenes para que participen activamente en el proceso democrático, promoviendo el discurso cívico y la cohesión social y facilitando el acceso a los medios de producción y distribución mediática.

NO HACEN FALTA LAS «ESTRELLAS».

Que se vaya Dragó no quiere decir que no se aproveche el equipo técnico o el decorado para hacer un programa de libros a coste cero, con un presentador de la casa: nos ahorramos la friolera de un cuarto de millón de euros. Que no se pueda pagar a Garci no quiere decir que, ahorrando la misma cantidad, no existan en Telemadrid excelentes profesionales lo suficientemente preparados para presentar y dirigir un buen debate de cine. Podemos sugerir algunos nombres. Y lo mismo podemos decir de cualquier otro formato que se ha contratado fuera durante los últimos años, pagando precios disparatados. El dinero no es ninguna excusa para aseverar que no se pueda sostener buena parte de esa programación que la Dirección dice no poder sufragar con el pesupuesto de 2013.