El programa esgrimía como percha la masiva manifestación con motivo de la Diada, en la que la ciudadanía mostraba su malestar ante la negativa del Gobierno de Rajoy a negociar el pacto fiscal  propuesto por Artur Mas. Pero si hacemos un repaso a la mayoría de las razones expuestas en el «30 minutos» para descalificar las quejas catalanas, encontramos que estas se podrían utilizar de igual modo para cuestionar el nacionalismo cañí que tan castizamente propugnaba Esperanza Aguirre: al igual que Mas, la LidereS.A. planteó la revisión del sistema de financiación autonómica «porque somos la Comunidad que más aporta al fondo de garantía»; del mismo modo que Mas, Aguirre propuso al Presidente del Gobierno desmantelar el sistema autonómico; como Mas, la expresidenta justificaba cada una de sus decisiones y reivindicaciones porque «contaba con el respaldo de la mayoría de los madrileños». Ni más ni menos. Igual de nacionalista y rancia es la derecha española que la catalana, y son las mismas columnas de humo las que utilizan para ocultar sus políticas de recortes.

Y lo peor de los fanáticos seguidores del Sagrado Sacramento del Liberalismo es que sólo siguen sus dogmas cuando éstos convienen a sus propósitos. Porque esto decía el Supremo Apóstol Ludwig von Mises, cuyas palabras iban siempre a misa para Esperanza Aguirre: «para el liberal, el derecho de autodeterminación implica que todo territorio, sea simple aldea, provincia o conjunto de provincias cuyos habitantes libremente en plebiscito se pronuncien por separarse de aquel estado del que forma parte para constituir un estado autónomo, pueda hacerlo para evitar tensiones, guerras o revoluciones.» ¿Estará de acuerdo con eso?