La quiebra de Telemadrid no es técnica es moral.

 Inmediatamente después, y ya libre de la carga que suponen los trabajadores, deberán privatizarla, es decir, malvendérsela a algún amiguete. Este emprendedor de su cuerda seguirá haciéndoles propaganda en los informativos, al tiempo que se forrará con una gestión depredadora. O simplemente esperará algún tiempo y venderá la cadena por un precio muy superior al que pagó por ella. Ganan los empresarios y los políticos, pierden los ciudadanos.

La quiebra de Telemadrid no es técnica, no se confunda usted, es moral. Están estafando a los contribuyentes gestionando con criterios no profesionales. Las autonómicas están a las órdenes del partido en el gobierno, que las utiliza para beneficio propio: informar de manera sesgada y partidista, por un lado, y privatizar todos los servicios posibles para beneficiar a empresarios ideológicamente afines. Escuálida la vaca, agotadas sus ubres, se la declara en quiebra «técnica».

Los Comités de Empresa del Ente Público Radiotelevisión Madrid y las Secciones Sindicales con representación en los mismos (CCOO, UGT y CGT) no están de acuerdo con que Telemadrid se encuentre en «quiebra técnica»: «Queremos recordar que los presupuestos del EP RTVM están aprobados desde octubre de 2011, y por lo tanto, nadie debe temer por el cobro de sus nóminas. RTVM es, de las radios y televisiones públicas, la que menos deuda tiene, la que menos cuesta a los ciudadanos y la que tiene la plantilla más ajustada». La quiebra no es económica, insisto, es moral.