No es el único éxito del señor Gilgado. Llegó a Telemadrid procedente de OndaMadrid. Su nula experiencia en televisión no fue un obstáculo para alcanzar de manera «digital» la jefatura de local de Telemadrid. La información de proximidad, seña de identidad de esta cadena, fue desapareciendo a favor de la propaganda pura y dura del Gobierno regional. Hasta llegar al cierre de las delegaciones de Getafe, Alcalá y El Escorial. Los equipos destinados a cubrir información local se derivaron a otras cuestiones más prioritarias para la dirección: la agenda de la Presidenta y sus Consejeros y a ejercer de oposición del presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.

Fue el señor Gilgado el que impuso en la sección de Local las órdenes de la Dirección de Informativos en temas políticamente delicados como el caso Severo Ochoa. Las informaciones emitidas bajo su mandato sobre el servicio de urgencias del Hospital Público madrileño quedan para la historia de la infamia de esta cadena en lo que fue un verdadero linchamiento mediático al doctor Luis Montes.

Por no hablar de sus filias y fobias transformadas en auténticas persecuciones personales y hostigamiento a compañeros y compañeras de la redacción que no eran de su agrado (becarios no renovados o periodistas expulsados físicamente de la redacción de informativos por no plegarse a sus «criterios informativos»). Toda la redacción sabe bien de lo que hablamos.

El directo de informativos, Agustín de Grado supo premiar tan fiel dedicación a la causa de El Lado Oscuro. Su ascenso a subdirector de informativos no tardo en llegar.

Ahora, su experiencia como fiel capataz de la manipulación informativa en Telemadrid ha debido ser su principal aval a la hora de ser fichado por Julio Somoano como nuevo Director de Contenidos Informativos en TVE. No tardaremos en comprobar el éxito de su gestión en los telediarios de la cadena pública nacional