Y frente a la lúdica y feliz imagen de jovenes del Opus Dei tocando la guitarra y cantando, Telemadrid nos muestra la cara más brutal y condenable de una minoría de fieles de otra religión, profesada por cientos de millones de pácificas y decentes personas como es el Islam.

Aquí no hay especial informativo para explicar a los espectadores las bondades del Islam, como sí nos han contado las bondades del Opus Dei. No señor. Aquí están esos sanguinarios terroristas del Isis – absolutamente rechazables, condenables y merecedores de nuestro mayor desprecio- , vulnerando los derechos humanos más elementales, decapitando occidentales y amenazando a España con un nuevo «califato de Al Andalus».

Todo tan simplista como preguntar si «¿se reclutan terroristas islámicos en las mezquitas?». Ese es el nivel del maniqueismo religioso de Telemadrid. Una televisión pública de un país que su Constitución declara aconfesional. Aunque en los despachos de los directivos de Telemadrid hagan como si no lo supieran.