95 millones del bolsillo de los madrileños para la Telemadrid de González, los bancos y las subcontratas
Los 861 despedidos de Telemadrid y los sindicatos no nos rendimos. Y seguimos la lucha en los tribunales. El TSJM nos dio parcialmente la razón sentenciando el ERE como no ajustado a derecho. El negocio previsto en Telemadrid no avanzaba con la celeridad que el PP había marcado en la hoja de ruta que le hicieron a medida las consultoras Deloitte y Cuatrecasas. Los productores privados se pusieron nerviosos. Y González volvía a amenazar con el cierre de Telemadrid. «No se pueden mantener medios de comunicación públicos si son deficitarios, por lo tanto tenemos que equilibrarlos. De lo que se trata es de hacerlo viable y si lo hacen inviable los sindicatos, desgraciadamente no se podrá mantener», decía el presidente madrileño en noviembre de 2013.
Se refería González al recurso ante el tribunal supremo presentado por UGT, CCOO y CGT para conseguir la nulidad del ERE. Y el heredero de Aguirre, reiteraba sus avisos al alto tribunal en febrero de 2014: «Si el ERE se anula habrá que cerrar Telemadrid».
Finalmente Ignacio González y los empresarios privados del sector pudieron respirar aliviados en marzo de 2014 con la ratificación por el Tribunal Supremo de la sentencia de no ajustado a derecho del ERE de Telemadrid. Con retraso y más caro de lo previsto (45 días en lugar de los 20 iniciales de indemnización a los trabajadores) la Telemadrid del todo subcontratado (menos la propaganda de los servicios informativos) arrancaba a toda máquina.
Ganan los Cuarzo de Ana Rosa, los Boomerang de Cerezo, la Telefónica de José Antonio Sánchez y los náufragos de la hundida Intereconomia refugiados en Telemadrid. Pierden los ciudadanos de Madrid que pagan por una programación de ínfima calidad y una zafia y partidista manipulación informativa. Pero eso al heredero de Aguirre y propietario de un ático en la Costa del Sol sometido a investigación judicial no le importa. Él tiene sus telenoticias teledirigidos y los empresarios privados su negocio. Todo a costa de la «pólvora del Rey». De momento. Porque la pelea por recuperar Telemadrid para los madrileños como servicio público plural e independiente no termina aquí.