Sin información de calidad no hay democracia : Trabajadores de las radiotelevisiones públicas acuerdan aunar esfuerzos para defender el servicio público
Sin información de calidad no puede haber democracia
En esta jornada se ha escuchado también la voz de profesionales de la comunicación, movimientos sociales, medios alternativos, mareas ciudadanas y académicos, que han reivindicado la necesidad de unos medios de comunicación públicos que respondan a criterios de pluralidad y de servicio a los ciudadanos.
Todos ellos han incidido en la importancia de los medios públicos como factor de cohesión social y paso previo y fundamental para la normalidad democrática. «Las televisiones públicas deberían estar al margen de la rentabilidad económica, garantizar el derecho de acceso, y dar voz a todos los colectivos sociales» ha asegurado el profesor de Periodismo la Universidad de Castilla La Mancha Miguel Álvarez Peralta.
Señala así mismo que estamos viviendo «un proceso de destrucción consciente de todo lo público del que no están exentos los medios públicos». Y reclama la necesidad de incluirlos en la Auditoría ciudadana de la deuda porque «es un servicio que afecta a todos los ciudadanos y es condición previa para el desarrollo del resto de servicios públicos».
Para el profesor de Ciencias de la Información Enrique Bustamante estamos «en la peor situación desde la transición en materia de pluralismo y diversidad en los medios privados y públicos«. Critica también a partidos de izquierda y sindicatos por haber obviado de su discurso la defensa de la libertad de expresión y el pluralismo. «Necesitamos unos medios públicos fuertes, en un momento en el que vivimos una regresión democrática que nos retrotrae a momentos preconstitucionales.»
Alejandro Perales de la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC) aboga por «exigir entre todos unos medios públicos de calidad», a los que hay que exigir «neutralidad, pluralismo interno, diferencia entre opinión e información y derecho de acceso».
Desde las mareas ciudadanas coinciden en criticar manipulación en los medios públicos y la invisibilización de las protestas sociales de los últimos años. M. Carmen Escribí de la Marea Blanca asegura que su movilización ha sido «censurada» y Jesús Escudero echa en falta que los medios públicos se impliquen para «denunciar lo que está perdiendo la sociedad y la ciudadanía».
Carlos García de la Marea Verde afirma que se han sentido criminalizados y maltratados por los medios públicos y asegura que las televisiones están siendo utilizadas como «andamio para el desmontaje de todo lo público».
Desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca Hablan de censura directa y ponen el ejemplo de Ada Colau que ha «sufrido censura política» en Televisión Española. Critican además la superficialidad con la que se tratan las informaciones relacionadas con desahucios, la ILP o los escraches.
En representación de los medios de comunicación alternativos, miembros del colectivo «Toma la Tele», han defendido la labor de los ciudadanos como informadores, ante las carencias que ofrecen los medios públicos.