Al «tapado» de Miguel Ángel Rodríguez en TVE no le gustan las televisiones autonómicas
«¿Nos podemos permitir este modelo de televisiones públicas autonómicas en el que únicamente cinco de las trece tienen unos niveles de audiencia que superan el 10%?». El autor de esta, para nosotros, desafortunada frase, es el director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Radio Televisión Española (RTVE), Alfonso Nasarre (hermano del diputado del PP Eugenio Nasarre, que acaba de confirmar ante el juez que investiga el caso Bárcenas que el partido le entregó sobres con 70.000 euros en efectivo).
El currículo de Alfonso Nasarre es muy revelador. Toda su carrera ha trascurrido entre la cadena COPE y los Gobiernos y Administraciones del PP, que viene a ser lo mismo. Pero lo mejor de todo es que Alfonso Nasarre es un hombre de confianza de Miguel Ángel Rodríguez.
El ex portavoz del gobierno de Aznar y actual «consejero dominical» de Secuoya, una de las productoras privadas que aspiran a repartirse los despojos de Telemadrid, fue quien colocó a Alfonso Nasarre como asesor ejecutivo en la Secretaria de Estado de Comunicación. Da la impresión que ahora, Nasarre está devolviendo el favor a su «padrino» Rodríguez apostando desde la televisión pública nacional por el desmantelamiento de las cadenas autonómicas. Unas cadenas que en el caso de Telemadrid o Canal 9, «gestionadas» por el PP desde hace dos décadas, son precisamente las que menos audiencia tienen, más deudas acumulan y más trabajadores de a píe despiden.
Entretanto Miguel Ángel Rodríguez, mientras resuelve sus problemas judiciales por provocar un accidente de tráfico conduciendo borracho, sigue su labor de zapa para hacerse con esas denostadas autonómicas. Aquí en Telemadrid Secuoya ya ha entrado de la mano de su filial CBM, que ingresa unos 45.000 euros mensuales por los equipos de cámara ENG que utiliza Telemadrid para sustituir a los trabajadores despedidos en el ERE.
En eso consiste lo que gente como Alfonso Nasarre o Rodríguez llaman «ayudar, gracias a la crisis, a poner en su lugar el sobredimensionado mercado audiovisual». Lisa y llanamente hacer buenos negocios privados con el dinero de todos los españoles.