El secuestro de lo público
LA CONTRARREFORMA
Numerosos medios internacionales han recogido este verano las denuncias de LA PARABÓLICA sobre la existencia en Telemadrid del grupo llamado «El lado oscuro‟: Hemos logrado crear un meme. Enrique Bustamante escribía en Le Monde Diplomatique (9/2012): «El auténtico núcleo duro de la contrarreforma del PP radica justamente en el inmediato nombramiento del nuevo Director de Informativos, Julio Somoano, de los informativos de Telemadrid, caracterizados por su absoluta manipulación a favor de la presidenta Esperanza Aguirre. Miembro durante años de un grupo clandestino de profesionales y políticos autodenominado «El lado oscuro», que conspiraba para orientar a los medios a favor de ese partido, su historial apunta más bien a la resurrección de los tiempos de Urdaci (…) No se trata de presunciones arriesgadas. Porque TVE ha caído ya en estos seis meses del Gobierno del PP del puesto líder al tercero detrás de Telecinco y Antena 3. Y en las primeras semanas del nuevo equipo han comenzado a sucederse los ceses fulminantes de directivos de prestigio de los noticiarios. En todo caso, la hiperactividad gubernamental contra el servicio público no se queda en RTVE. El cambio de la Ley General Audiovisual para permitir que los Gobiernos autonómicos puedan privatizar o externalizar a voluntad sus canales autonómicos, incluyendo los servicios informativos, está hecho a medida de Telemadrid o Canal 9, caracterizados desde hace años por su despilfarro económico a favor de periodistas y productoras amigas y su manipulación descarada de la información, castigada por su caída libre de audiencias, que podrán así confiar completamente su gestión a empresas privadas después de ejecutar los ERES masivos que tienen en marcha (…). Si el ejemplo cunde, la radiotelevisión autonómica, potencial factor de promoción económica de la cultura y la creatividad pero también plataforma trascendental de la identidad y la diversidad, quedaría eliminada en buena parte de las regiones, o relegada en el mejor de los casos a una estructura secundaria, comercial y clientelar (…) A tenor de declaraciones como las de la Presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, negando la necesidad de radiotelevisiones públicas «porque tampoco hay panaderías públicas», podría caerse en el error de leer esta brutal contrarreforma audiovisual como un reflejo neofranquista, o como fruto de una posición neocom radical, decidida a entregar todos los servicios públicos al sector privado. Pero la urgencia de estos cambios y su paralelismo con los patrones autoritarios. Si nos atenemos a la precisión histórica, lo que se ha producido es un proceso de purgas y de apropiación sectaria de la televisión y radio públicas. No hablo de la Venezuela de Chávez. Ni de la Hungría de Orbán. Hablo de la España del Como Dios Manda. Este ha sido un verano de incendios forestales. Pero también se ha quemado parte de la mejor madera del periodismo español: Ana Pastor, Juan Ramón Lucas, Xavier Fortes y los editores y presentadores del equipo que dirigía Fran Llorente. El cinismo imperante pretende hacernos creer que hay una lógica interna en los relevos de RTVE después del cambio político. Pero los cesados no son políticos. Son periodistas con un balance inapelable. Con menos medios la política económica desarrollada sugieren una hipótesis más amenazadora: la presumible conclusión de las derechas españolas (y catalanas) de que sus medidas sólo son compatibles con la degradación del espacio público democrático español. La gubernamentalización de los medios públicos y la total domesticación de los privados encajaría así con una deriva autoritaria cada vez más visible en el terreno legislativo, penal y policial, sobre la base -enormemente peligrosa-de que la democracia perjudica al mercado». Manuel Rivas se expresaba en El País (2/9) en términos parecidos: «En los últimos meses, en un país del Occidente, se ha liquidado una experiencia neutral e independiente de medios de comunicación públicos. Un país donde el Gobierno ha fulminado ese modelo de pluralismo y rigor, tan laboriosamente conseguido, y lo ha hecho utilizando un procedimiento de excepción, por decreto-ley, para reventar uno de los cimientos de la confianza básica que sostiene una democracia. Esa alteración ha sido seguida de inmediato de una cadena de ceses y nombramientos basada en la política de amigo/enemigo, tan cara a que en tiempos pasados, colocaron a RTVE en su mejor momento. Nunca los informativos estatales habían sido tan fiables, ni tampoco, desde que existe pluralidad de cadenas, se habían mantenido tanto tiempo a la cabeza de audiencia. No, no es un relevo. Es una caza de brujas. Las purgas se han ido produciendo sin apenas respuesta en la opinión que se reclama liberal, en un escandaloso silencio de vacaciones morales. Qué vergüenza. (…) Hay días en que se retrocede siglos. ¡El último programa inteligente devorado, en Radio 3, se llama Carne cruda!». Y aquí lo que contaban desde la página de Facebook Esperanza Aguirre destruyendo Madrid: «Esto es lo que ocurre cuando directivos de Telemadrid pasan a dirigir TVE: el periodista que manipuló el reportaje de la marcha laica- haciendo creer que los manifestantes estaban en contra de la atención a enfermos de sida-, ascendido a director de Los Desayunos; Informe Semanal hace un reportaje donde relaciona la marcha minera con, textualmente, «los artistas de la ceja», y después presenta un reportaje que achaca a la comodidad y pasividad el hecho de que los jóvenes permanezcan en casa de sus padres pasados los veinte; los informativos callan sobre recortes como el 25% menos de efectivos contra incendios en la Comunidad de Madrid; vuelven los toros, y en horario infantil; el programa de Intereconomía de Bertín Osborne se traslada a la 2″.
Pero la contrarreforma del PP no se para en la televisión pública. Según El Confidencial (24/8) «al Gobierno no le hace gracia la crítica continua que recibe Rajoy en laSexta. Principalmente en los informativos, pero también hay programas específicos cuya línea no gusta en Moncloa. Concretamente, las fuentes consultadas hacen referencia a formatos como ‘El intermedio’, del Gran Wyoming, que se emite en el horario previo al de máxima audiencia. En el Ejecutivo de Mariano Rajoy piensan que están ante
una oportunidad de oro para „desactivar‟ laSexta y que, ahora que se va a acordar suavizar las condiciones de la fusión con Antena 3, es el momento para hacerlo. Según ha podido saber ECD, desde presidencia del Gobierno han hecho llegar a Antena 3 mensajes para que, una vez consumada la operación de fusión, modifiquen sustancialmente la línea editorial de laSexta. Quieren, concretamente, que la cadena sea menos agresiva y modere sus informaciones y opiniones hacia Rajoy y sus ministros». Justamente (y como recuerda Carlos Reviriego en el número de septiembre de Caimán), la nueva serie de Aaron Sorkin, The Newsroom, se desarrolla en una quijotesca redacción de informativos empeñada en luchar contra las mentiras
del Tea Party, reivindicando el periodismo como una profesión honorable y apelando a la olvidada función educativa del medio televisivo en la que se embarcaron Rossellini o Godard.
TOMA LA TELE
El mismo idealismo que llevó a los trabajadores de la televisión checa a tomar las emisiones de su cadena. Según Wikipedia, esta crisis (2000-2001) se debió a la destitución del anterior director, Dusan Chmelícek, por Jirí Hodac, «cercano al Gobierno de Václav Klaus«. La situación llevó a los empleados a manifestarse públicamente contra el nombramiento. Días después los trabajadores ocuparon el estudio y rechazaron los intentos de despido de la directora de informativos, Jana Bobošíková, recibiendo el apoyo del Presidente de la República Vaclav Havel y de varios intelectuales checos. Se comenzó a realizar un informativo independiente del oficial, realizado por los trabajadores y boicoteado por la dirección. A pesar de que el Consejo legitimó el cargo de Hodac, la plantilla del grupo se opuso a trabajar con él, ya que consideraban que sus acciones contra ellos eran un atentado «contra la libertad de expresión», algo que también denunciaron organismos de periodistas internacionales. Finalmente, una manifestación de más de 100.000 personas en Praga a favor de los trabajadores en huelga provocó una sesión de crisis en el Parlamento checo, en la que la Cámara de Diputados pidió el cese de la dirección al Consejo. Esa moción fue rechazada por el propio Consejo, lo cual le llevó a su disolución. La dirección tuvo que acordar finalmente que los únicos informativos que los checos podrían ver serían los realizados por los trabajadores. El 12 de enero Hodac dimitió de su cargo, terminando la huelga el 11 de febrero tras llegar los trabajadores a un acuerdo con la nueva dirección elegida días antes, por el que se cesó a los cargos más polémicos (como la anterior directora de informativos Jana Bobošíková) y se alcanzaron otros compromisos (como la cancelación de la retención de sus salarios por parte de la anterior dirección y la garantía de independencia de la televisión pública checa).
Nosotros tampoco estamos solos: bomberos, forestales, trabajadores de la sanidad, de la enseñanza, del Canal, del Metro,
del 112, empleados públicos en general, músicos, gente del cine, progresistas, indignados, parados, inmigrantes, y un largo etcétera… Ninguno tiene un espacio donde expresarse. Y juntos somos más que ellos. Entre todos podemos llegar a un consenso de mínimos para que caiga el Muro del neoliberalismo. Arcadi Espada ha concentrado en pocas palabras en El Mundo (6/9) la opinión de la clase dirigente sobre la primera chispa, desencadenada con las protestas universitarias del lunes: «La
chusma abre el curso en la Universidad de Madrid con pancartas donde se alienta a la muerte (de Esperanza Aguirre)». Los arquitectos y Bolinaga, muertos. Esa es la consigna. Espe, mientras tanto, vivita y coleando porque «sólo ella es suficientemente inteligente, suficientemente valiente y rica para no caer en miserias electoralistas». Lo dice, en ese mismo periódico, Salvador Sostres, ese hombre. Y Fernando Sánchez Dragó, ese otro hombre, en el mismo foro (3/09): «tendría que subir al calvario el edil de Orense que con cinco mil euros las pasa canutas. Yo también las pasaría. Porque gano más de cinco mil euros. ¿Debo avergonzarme? ¿Pido perdón?». Recordemos que la mayor parte de su sueldo procede de dinero público.