Los trabajadores de Canal Sur se encierran por una radiotelevisión pública de calidad
‐ La modificación, efectuada por el Gobierno del PP, de la Ley General de la Comunicación Audiovisual que facilita privatizar, vender o cerrar las radiotelevisiones autonómicas, favoreciendo el control de la información por operadores privados, con el consiguiente déficit democrático para la sociedad y su ciudadanía.
‐ Los recortes presupuestarios a los que nos viene sometiendo el Gobierno Andaluz nos desliza por la senda del endeudamiento, de la venta de los centros de trabajo y de las participaciones que disponemos en Sandetel. En un momento económico complicado y con un descenso claro de los ingresos por
publicidad.
‐ La gestión nefasta que viene realizando la dirección de la empresa:
1º) Devaluación de los servicios informativos, (desaparecen, un verano más, las desconexiones provinciales cuestionando el servicio de proximidad al ciudadano/a, en torno a su cotidianidad, desfidelizando las audiencias).
2º) Los fracasos estrepitosos y constantes en la programación televisiva («Padre Medina», «Nacidas para cantar», «Niños robados», «Saque Bola», «La Clase»…, etc. por mencionar unos pocos. Recurren y reproducen los viejos clichés estereotipados de nuestro pueblo, abusando de tópicos zafios y vulgares). Programación muy alejada de la calidad y pluralidad que demandan los/as ciudadanos/as. Costosa y externalizada.
3º) La falta de inversión en el desarrollo de la H.D. Tampoco se apuesta adecuadamente por la RTV a la carta, teletexto, webs, comercio electrónico y por todas las aplicaciones que permite la TDT.
4º) La constante y continua externalización de programas en detrimento de la producción propia (alquilan unidades móviles mientras las nuestras están paradas, se editan programas en productoras con cabinas de edición libres en nuestros centros, etc.).
5º) La falta absoluta de diálogo con la representación de los/as trabajadores/as y la nula negociación colectiva. Los/as trabajadores/as creemos en una radiotelevisión pública de mayor calidad y servicio público que garantice el derecho de acceso de la ciudadanía y de los colectivos sociales, que entretenga y forme a ciudadanos/as, como personas libres, críticas y no sólo como consumidores/as pasivos/as.
Para hacer posible esto es necesaria otra dirección, que se implique en el servicio público y no que esté solo para cobrar 125.000€ anuales, (otros 17 directivos cobran por encima del salario del presidente Griñán).
Si hace un año este Comité Intercentros reprobaba públicamente la gestión de Pablo Carrasco hoy pedimos su dimisión inmediata. No pueden continuar en la dirección, ni un sólo día más, quienes se jactan ante los trabajadores de que sólo se les va a recortar el salario un 6%, mientras que con la interpretación que hacen de los recortes de la Junta nos pretenden quitar del salario más de un 15% a los fijos y casi un 30% a los compañeros contratados.
Los/as trabajadores/as exigimos al Parlamento que le recorten el salario al staff directivo por debajo de lo que cobra el Presidente Griñán. Igualmente solicitamos al Parlamento Andaluz y a los partidos políticos democráticos que se impliquen y apoyen al servicio público que tenemos encomendado, que elaboren el contrato‐programa dotándolo de aquellas partidas económicas suficientes que garanticen la continuidad y el desarrollo del mismo.