El reparto de la tarta de Telemadrid
Frente a los mensajes que repiten machaconamente desde la Comunidad, no debemos ser un negocio tan ruinoso, ya que los aspirantes a comprar nuestras empresas lo ven como ‘una oportunidad de negocio’ y ‘un caramelo en plena crisis’ (El Mundo, 11/5/2012). Sin entrar siquiera en los menudeos del despilfarro de dinero público cometido por unos gestores tan incompetentes como los que tenemos (y en los que seguro que encontraríamos otra miríada de gastos superfluos) las cuentas están claras, y hasta un niño vería en qué partidas hay que acometer el ahorro para hacer del EPRTVM una empresa rentable y sostenible: basta ya de financiar fortunas privadas o negocios dudosos que sólo benefician a los amigos (derechos deportivos, taurinos o cinematográficos a Cerezo y Frade, contratas escandalosas –CBM- y contratos a productoras afines al PP –prácticamente todas-, o la gestión de Multipark); el mantenimiento de estrellas de televisión declinantes, decenas de tertulianos partidistas y comentaristas sobrecogedores, inútiles directores de programas generosamente retribuidos o el sostenimiento de una redacción paralela en informativos muy ‘bien pagá’ (y esta sí, sobredimensionada con decenas de cargos, carguitos y carguetes innecesarios y de enchufados paquetes). Claro que para eso es necesario cambiar de modelo y dejar de utilizar Telemadrid como instrumento sectario (y carísimo) de propaganda y de formación del Espíritu Nacional.