¿Y ahora qué?

¿Pero qué está pasando en Canal 9, pionera en plantear un expediente de regulación de empleo en el que podemos ver hacia dónde van los tiros? El presidente valenciano Alberto Fabra ha decidido dar un vuelco al ente Ràdio Televisió Valenciana (RTVV) con el objetivo de refundar las tres empresas en una sola, lo que supondrá el despido de 1.200 profesionales mediante un ERE que reducirá de 1.800 a solo 600 los trabajadores, según informó EL PAÍS (24 abril): «El vicepresidente de la Generalitat, José Ciscar, anunció a los portavoces de los grupos parlamentarios que, si es necesario, se habilitará un periodo extraordinario de sesiones en las Cortes valencianas para aprobar una nueva ley que regule RTVV antes del verano. El objetivo de este movimiento de concentración de empresas y despido de dos terceras partes de los empleados es dejar la nueva sociedad con el contador a cero, para lo que el gobierno valenciano asumirá directamente los 1.200 millones de deuda aproximada que arrastra el ente público». Aunque según publicó El Mundo (23 abril), las familias del PP valenciano están presionando al Consell para salvar a los suyos del ERE. «En los últimos diez años ese partido engrosó la Administración autonómica con afiliados que correspondían a esa seguridad laboral que se le brindaba con una fidelidad absoluta al partido. La norma en la Generalltat valenciana ha sido contratar no teniendo en cuenta la validez o competencia profesional del candidato sino su vínculo con el partido o con los cargos populares». De hecho, en los expedientes valencianos se introducirá la posibilidad de mantener algunos puestos de trabajo en base a «la experiencia o polivalencia», lo que parece una vulgar estratagema para hacer trajes a medida.

Y aquí en Madrid no podemos ser más optimistas: aunque casi un 70% de nuestra plantilla somos empleados públicos contratados como personal laboral fijo, y hemos ganado nuestro puesto tras una oposición tan dura como las de los funcionarios de carrera, mucho nos tememos que la criba anunciada no respetaría esos exigentes procesos selectivos, donde se cumplieron los principios de igualdad, mérito, capacidad y publicidad.

En estos momentos de incertidumbre no podemos sino recordar el compromiso que en 2009 adquirió la Dirección del EPRTVM con sus trabajadores para reubicar dentro de la empresa o en el sector público de la Comunidad a todos los que se vieran afectados por cualquier regulación de personal.

Desde luego, nosotros vamos a poner toda la estructura organizativa de UGT (desde el Secretario General, Cándido Méndez, hasta nuestros abogados) al servicio de la defensa de Telemadrid y de unos medios de comunicación públicos libres, independientes, viables y sostenibles, coordinándonos (como hemos hecho durante estos últimos años) con las Secciones Sindicales de UGT del resto de las televisiones públicas, con las otras organizaciones de trabajadores y con todos aquellos partidos o grupos de los que logremos recabar apoyo.