Solamente entendiendo la historia europea se comprende lo necesario de la existencia de televisiones públicas, cuya misión es la de difundir la cultura (que no le interesa a los operadores privados) y la de ser independientes del control comercial y político.

Solamente entendiendo lo grave que es para la opinión pública la concentración de medios en muy pocas manos y conociendo la historia de la propiedad de la prensa española se puede adivinar por qué es especialmente imprescindible en nuestro país y ahora.

Nunca fue más cierto eso de que la libertad de imprenta sólo es útil para el que tiene una. Los mismos profesionales que auguran una nueva edad de oro del periodismo dicen ahora alegrarse del cierre de Canal Nou mientras miraban para otro lado cuando era instrumentalizada por un poder político corrupto.

Al Partido Popular no le sirve para nada lo que no pueda manejar a su antojo: la democracia no consiste en ahorrar en democracia. Lo siento por mis compañeros, pero lo siento más por los valencianos, que pierden un instrumento imprescindible para entender y difundir su cultura, su lengua y sus tradiciones, una ventana para entender lo que pasa en lo que ya podemos llamar una Comunidad fallida.

José Ignacio González.Trabajador de Telemadrid despedido