Un año después de su “despedida” no olvidamos: Aguirre responsable de los 861 despidos de Telemadrid

El prestigio de Telemadrid se fue así por el sumidero. Y del 17,1% de audiencia que se encontró Aguirre cuando llegó a la Puerta del Sol, se pasó al 5,8% de audiencia en septiembre del 2012 cuando ella dejó su cargo. Pero esa manipulación informativa impulsada por Aguirre no sólo costó espectadores. También fue muy cara para los madrileños.

Se desmoronó la publicidad que pasó de 64 millones de ingresos en 2003 a apenas 23 millones en 2011. Se triplicó la deuda de 76 millones de euros en 2002 a 258 millones a finales de 2011. Se dispararon las aportaciones públicas de la Comunidad de Madrid a Telemadrid desde los 63,2 millones de euros en 2003 a los 119 millones de 2009 (la cifra más alta de la historia de la cadena), con lo que cada punto de audiencia paso de costar a los madrileños 7,9 euros en 2003 a 21 euros en 2011.

Sin duda una gran gestión de los directivos nombrados por Esperanza Aguirre. Directivos que, por cierto, se duplicaron con ella: De 23 en 2003 a 46 en 2011. Los mismos directivos que vieron en enero de este año como salían despedidos 861 trabajadores mientras ellos conservaban sus cargos, sus despachos y sus millonarios sueldos.

Hoy Esperanza Aguirre va de conciencia crítica del PP. Da consejos. Opina de todo. Se promociona como la gran renovadora que necesita su partido y España. Ella es ahora ese «verso suelto» que antes decía ser Gallardón. Más de uno se lo creerá. Pero los despedidos de Telemadrid saben bien quien causó su ruina. Como lo saben los trabajadores y usuarios de la sanidad pública, de la educación pública, del transporte público o de los servicios sociales. Aunque eso no le importa ya a Aguirre, porque esos «marrones» se los está comiendo otro. Concretamente Ignacio González.

Telemadrid cómo destruir un servicio público

La Parabólica nº 256