De padrinos y madrinas ( o cómo triunfar en Telemadrid )

Tertsch se afilió al partido nazi austriaco en marzo de 1933, y se ofreció a diversas autoridades alemanas como confidente sobre la situación política en Austria. Después de que en 1934 se ofreciera al Ministerio del Reich para la Propaganda como informante sobre los círculos vieneses, en enero de 1935 visitó la embajada alemana para ofrecer informes sobre la evolución interna de  organizaciones afines al Partido Socialcristiano, con las que fingió tener una estrecha relación. A eso se le llama excelencia en la delación. Seguía lamentándose Tertsch en esa entrevista: «Los sindicatos de Telemadrid me recibieron con mucha virulencia, con ataques personales desde el primer día. Y los ataques han sido brutales durante estos años, de todo tipo, por tierra, mar y aire; ha sido bastante increíble y hoy en día estoy curado de espanto. Pero, desde luego, las cosas que se han dicho de mí, han sido alucinantes«. Son alucinantes, en efecto. Pero señale el señor Tertsch una sola afirmación que no sea cierta.

Curri Valenzuela también confesaba en El Mundo (2/7/12) por qué se fue de Telemadrid: «Me harté de los sindicatos porque me hacían la vida imposible. Grababan todo cuanto hacía fuera del directo. Era una persecución inaguantable». Pobre. Ignora Curri que la que grababa todo cuanto hacía fuera del directo era la empresa; nosotros nos limitábamos a denunciar lo que en esas grabaciones encontrábamos. En lo de su vida imposible ni entramos ni salimos.

Dos días después de ser nombrado como nuevo director de informativos de TVE, Julio Somoano ofreció a través de su cuenta de Twitter sus primeras palabras: «Me dejaré la piel por una TVE con información objetiva, plural y de calidad». El Plural contaba el viernes pasado que «el presentador del telediario matinal de Telemadrid es, además, según ha podido saber El Plural, miembro de ‘El lado oscuro de Telemadrid’, una especie de ‘secta’ formada por un centenar de profesionales afines a Esperanza Aguirre, que controlan la línea editorial de la cadena autonómica (…).  Este grupo de influencia dentro de Telemadrid tiene como referencia a Jiménez Losantos, un incondicional de Esperanza Aguirre, que no ha tenido reparo en manifestarlo públicamente. Usa como otro de sus dos emblemas el logotipo de la cadena autonómica con la frase: «Ser español ya no es una excusa, es una responsabilidad». Somoano ha tenido una carrera meteórica, que debe a su poderosa relación con José María Aznar y Ana Botella, pero que no se justifica con el resultado de su trabajo. Del telediario de la noche, que presentaba y dirigía, la dirección de la cadena tuvo que pasarle a lo que en Telemadrid denominan el «panadero», el informativo matinal, por sus bajos niveles de audiencia».

Enric Sopena, también en El Plural (29/6/12), contaba que Somoano «colabora habitualmente en ‘La Gaceta’, y, al parecer, forma parte de una especie de ‘secta’ o de grupo denominado coloquialmente como ‘El lado oscuro de Telemadrid’. Los integrantes de este piquete mediático (…) ejercen de guardianes de la línea editorial de la TeleEspe. El fervor  esperancista de Somoano está a la vista. Es evidente. La Telemadrid de Esperanza Aguirre -desde 2003 hasta ahora- supuso desde sus inicios un brusco giro provocador a favor de la derecha radicalizada. Aguirre y su alegre muchachada de fans han convertido a Telemadrid en una de las televisiones públicas más sectarias, por encima incluso de Canal 9. No debemos silenciar que los vínculos de Aguirre con Pedro J. Ramírez y  con Federico Jiménez Losantos  son conocidos. No olvidemos tampoco que el colega Germán Yanke fue fulminantemente despedido de Telemadrid, tras entrevistar en directo, en el telediario de la noche, a Aguirre. Aguirre participó también en la decapitación de José Antonio Zarzalejos como director de Abc. Aguirre y su tropa no soportan a los moderados. Zarzalejos afirma en su libro La destitución lo siguiente: «Mi distanciamiento de Esperanza Aguirre tuvo que ver (…) con mi negativa rotunda a entrar en la coral que admiraba las políticas rotundas y tantas veces toscas (…) de la presidenta de la Comunidad de Madrid y [tuvo que ver también] con su complicidad con Federico Jiménez Losantos y Pedro J. Ramírez». Más claro, el agua. Ésta es la auténtica realidad en la que ahora se encuentra Somoano. Ha sido llamado para trasladar a TVE, más o menos, lo que ha venido siendo -durante muchos años ya- Telemadrid».

El Quebrantahuesos contaba en Noticiasdigital.es: «Somoano no es un periodista, si por ello se entiende a alguien independiente y dedicado a buscar y decir la verdad con la mayor objetividad posible. Somoano es un eslabón más del aparato de propaganda del ala más rancia del PP.  Lo prueba él mismo que, sin ningún pudor, elaboró un manual para que el PP ganara las elecciones en 2008. Que no le quepa duda a nadie de que ha vuelto  la caverna a Televisión Española. Además de los, más que probables, trasvases de compañeros del clan llamado «el lado oscuro» por ellos mismos, de la caverna del Pirulí saldrán otros que hasta ahora habían sido neutralizados y que formaban parte del equipo de Urdaci, como Jenaro Castro. Rajoy, ante la imposibilidad de devolver a su puesto al que ha pasado a la historia como el primer director de informativos de TVE condenado por manipular, ha optado por llevar al más parecido. Urdaci y Somoano, son más parecidos que dos gotas de agua. Son ideológicamente auténticos clones. Como Rajoy lo es de Aznar. Que nadie se equivoque«. Graciano Palomo, que además es colaborador del TN-1, afirmaba en Periodista Digital (2/7/12) que «tres son, a mi modesto juicio, los argumentos que sostienen el nombramiento de Somoano en la televisión estatal pública. El primero hace referencia a la llegada de la mano del gobierno del Partido Popular, es decir, del centroderecha de una nueva generación de profesionales del periodismo». Javier  Pérez de Albéniz sostenía en Cuarto Poder (3/7/12): «Julio Somoano es un hombre de partido. Uno de esos periodistas de pega, a nómina de una formación política, esclavo de una ideas, afín a un programa. Una garantía de manipulación. ¿Cómo podemos saberlo? Leyendo la tesis de fin de curso de un máster de la Universidad Autónoma de Barcelona que escribió en 2005, titulada «Estrategia de comunicación para el triunfo del Partido Popular en las próximas elecciones generales». Dice cosas como ésta: «Si el PP quiere volver a ganar las generales necesita ampliar la base de votantes, y eso solo se amplía moderando el mensaje». «Me dejaré la piel por una TVE con una información objetiva, plural y de calidad», dice Julio Somoano en Twitter. Ahí queda la frase, para la historia. Y para las hemerotecas. Con su nombramiento, Mariano Rajoy se quita definitivamente la máscara: quiere para los informativos de TVE el modelo de Telemadrid. PPropaganda».

Y El Confidencial Digital (3/7/12) revelaba que «Julio Somoano fue siempre la primera opción del líder del Ejecutivo. Fuentes cercanas al Gobierno explican que el nombre de Pedro Roncal también estuvo en la terna, pero nunca por delante del de Somoano. El Gobierno ha valorado positivamente de Julio Somoano su trabajo en Telemadrid a lo largo de los últimos años. Se lo llevó Agustín de Grado para ‘combatir’ a los sindicalistas de la cadena pública madrileña, explican las fuentes consultadas por ECD».