Huelga general en la enseñanza pública

También consideramos extremadamente grave también el deterioro de las condiciones laborales del profesorado. A los recortes retributivos de más del 6% aplicados desde junio de 2010, ahora se suman medidas como el incremento del horario lectivo, la desaparición de las reducciones del horario lectivo para el profesorado mayor de 55 años, sustanciales recortes salariales en caso de baja por enfermedad, la congelación de las ofertas de empleo público, la desaparición de las condiciones de la jubilación anticipada, la transformación de nombramientos a tiempo completo a tiempo parcial, el cese del personal interino a 30 de junio para no pagarles las vacaciones, etc.

Todo ello se materializará en una reducción de la plantilla docente de proporciones incalculables, que repercutirá gravemente en la calidad y equidad de la enseñanza. Por otra parte, en la universidad el recorte asciende a un 62,5%. Los contratos de ciencia se han reducido en 43%, el capítulo de I+D+i, en un 25,52%, un 11,6% las becas y ayudas al estudio y en un 41,4% los programas Erasmus 41,4%.Por ello reivindicamos más que nunca una universidad pública para todos y todas, rechazamos el incremento de las tasas ni a la universidad de élite y el modelo asistencial de becas ni a la reducción de estas.

Por lo que respecta al personal de servicios educativos y complementarios (PSEC), los recortes en el Ministerio de Educación y en los Presupuestos Generales del Estado suponen la prohibición de contratar personal laboral interino; el incremento de la jornada laboral a 37.5 horas, la supresión de programas (0-3 años), menos inversión, la reducción de plantillas, la suspensión de ofertas de empleo público, la congelación salarial y el empeoramiento de condiciones laborales.

Como consecuencia de estas políticas, durante muchos años no se incorporarán al sistema educativo nuevos docentes. Las promociones de jóvenes recién titulados en nuestras universidades o que estén a punto de titularse en los próximos años en estudios conducentes a la enseñanza están siendo condenados al desempleo más absoluto. La situación puede ser dramática para la educación pública.