Javier San Sebastián es simultáneamente presidente de la Fundación CONFIAS, que promueve la medicación masiva de los niños y niñas problemáticos y que recientemente realizó un congreso patrocinado por cuatro empresas farmacéuticas que producen los productos con los que, según el Defensor del Pueblo, podría estar «sobremedicándose» a los internos de la Fundación O´Belén. Este «experto» en ingeniería social encabeza la corriente «académica» partidaria de reducir la edad penal a los 12 años y «re-educar» a los niños y niñas problemáticos a base de anular su personalidad «para crear una nueva», tesis apoyadas tanto por Jaime Mayor Oreja como por Esperanza Aguirre (que fue declarada Amiga de Honor de O´Belen en 2006 y premiada como la persona más destacada del año). Esta fundación recibe mensualmente por cada niño internado en sus centros 5.200 euros de la Comunidad, y tiene en su dramática historia la muerte de al menos tres menores: Hamid (13 años), Saray (14 años) y David (12 años). Según el rotativo hondureño La Tribuna, la presidenta de la Comunidad medió para abrir un centro de menores «piloto» en ese país centroamericano. Como diría Trillo, ¡Viva Honduras!

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