Reforma buena, Sindicatos malos

«La reforma laboral recién aprobada resta poder a los grandes sindicatos», se regocijaba en el informativo del lunes un sufrido amanuense de «el lado oscuro». Y el presunto experto en cuestiones económicas exhibía sin pudor un desconocimiento absoluto sobre las relaciones laborales y la negociación colectiva: «A partir de ahora las cuestiones empresariales se dirimirán dentro de la propia empresa y no en las sedes de las grandes organizaciones de trabajadores». Le recordamos a este «compañero» que en aquellas empresas que tienen comité y representación sindical, como Telemadrid, son los propios trabajadores que asumen esa responsabilidad los que negocian las condiciones laborales. Por eso él y los que han entrado «digitalmente» como él, disfrutan de un convenio colectivo que nos ha costado conseguir al resto de la plantilla peleando y perdiendo parte de nuestros salarios en huelgas y movilizaciones.

Pero el presunto periodista, seguía empeñado en vender las bondades de la reforma: «Aumenta la flexibilidad en la empresa. El empresario puede modificar sueldos, horarios o condiciones pactadas si la organización lo necesita. Puede iniciar un ERE sin autorización administrativa, lo que agiliza el proceso y suspende la prórroga indefinida de los convenios, algo que era utilizado por los sindicatos para no negociar en tiempos de crisis». Pues si es tan maravilloso, suponemos que cuando le caiga encima el peso del Real Decreto Ley, lo disfrute con el mismo entusiasmo.